Dia cierra el primer trimestre del año con unas pérdidas de 144,4 millones de euros, en línea con las proyecciones dadas a finales de abril, cuando estimaba una cifra de entre 140 y 150 millones de euros. El dato está muy por encima de los números rojos de 16,2 millones del mismo periodo del año anterior.
Entre enero y marzo, las ventas brutas bajo enseña caen un 14%, hasta 2.028 millones de euros, mientras que las ventas comparables descienden un 4,3%, "mostrando una tendencia negativa y progresiva deterioración durante el periodo".
El resultado de explotación antes de amortizaciones (Ebitda) en el periodo cae hasta 12,4 millones de euros, un descenso del 77,7% frente a los 55,5 millones de un año antes. El Ebitda ajustado es de 12 millones, un 85,8% menos, "como resultado del impacto negativo en las ganancias relacionado con el descenso de ventas, el volumen incremental de costes laborales, alquileres y costes de suministros en el período, así como una nueva definición más conservadora siendo usada en 2019 (la cual no excluye ciertos costes)".
Dia también destaca el impacto negativo de los gastos de reestructuración, mayormente la provisión de 38,8 millones del Expediente de Regulación de Empleo.
La Deuda Financiera Neta (excluida IFRS 16) sumó un total de 1.702 millones a final de marzo de 2019, lo que representa un incremento de 251 millones respecto a finales del año 2018.
El primer trimestre ha estado marcado por el empeoramiento de su negocio y con el grupo sometido a una intensa presión, pendiente de conocer el resultado de la opa lanzada por Mijaíl Fridman.
El plazo para aceptar la opa terminó ayer y las acciones subieron durante la jornada hasta cerrar en los 67 céntimos, el mismo precio propuesto en la opa.