El presidente de Deutsche Bank, Paul Achleitner, ha iniciado conversaciones con accionistas, inversores y funcionarios del gobierno alemán para una posible fusión con Commerzbank. Pese a que que no ha habido contactos formales, dice la agencia Bloomberg, los dos bancos alemanes habrían vuelto a negociar una operación que ya se planteó en el verano de 2016 sin éxito. Los responsables de las entidades no han querido hacer comentarios al respecto, tampoco el Ministerio de Finanzas alemán. El Estado alemán posee el 15% de Commerzbank.
Deutsche Bank retoma ahora esta iniciativa en un momento en el que explora nuevas vías de crecimiento. La compañía,el mayor prestamista alemán, está inmersa en una reestructuración de sus negocios de banca corporativa y de inversión. El banco anunció a finales de mayo una reducción de su plantilla de 7.000 empleados, que suma a los 9.000 despidos de 2015, en su intento por reducir costes.
Los primeros sondeos a accionistas y partes implicadas han planteado la preocupación por el bajo precio de las acciones del banco alemán. Los accionistas habrían advertido a Paul Achleitner que la fusión podría tener un efecto disuasorio para los socios de Deutsche Bank que podría inducir a una ampliación de capital.