Cepsa cierra en pérdidas 2023 por la venta de activos, el impuestazo y la caída del precio del petróleo. Durante el pasado ejercicio las pérdidas alcanzaron los 233 millones de euros frente al beneficio de 1.100 millones de 2022. El beneficio neto ajustado se sitúa en 278 millones, un 65% menos que en 2022.
El impacto de la venta del negocio de Exploración y producción en Abu Dabi a Total Energies, el impuesto extraordinario en España y el menor precio en los hidrocarburos son factores clave para entender estos números. En 2023 la empresa abonó 323 millones de euros de gravamen extraordinario a las energéticas en base a los resultados de 2022. Por su parte, el precio del petróleo ha cotizado de media en 2023 un 18% por debajo de los niveles de 2022 mientras el precio del gas se ha reducido un 68%.
Cepsa reduce su deuda en 2023 hasta 2.291 millones de euros. El flujo de caja operativo se sitúa en 1.126 millones. La posición de liquidez se sitúa en 4.359 millones de euros, lo que le permite cubrir los vencimientos de deuda hasta finales de 2028
Pago de impuestos
En 2023 la contribución fiscal de Cepsa ascendió a 5.529 millones de euros, de los que 4.150 millones de euros, un 75 %, se pagaron en España. Esta cifra incluye el pago de 323 millones de euros correspondiente al impuesto extraordinario a las empresas energéticas (abonado en base a los ingresos de 2022).
Transición energética
Durante 2023 las inversiones ascendieron a 732 millones de euros. Cepsa ha destinado cerca del 40% del total a proyectos sostenibles, ya que la compañía continúa avanzando en su estrategia Positive Motion. La compañía ha avanzado además en los compromisos de ESG, al alcanzar la mitad de su objetivo de reducción de emisiones de alcance 1 y 2 para 2030, establecido en un 55%.
Según el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, los "resultados financieros durante el año reflejan el reposicionamiento estratégico de nuestra cartera global hacia áreas más sostenibles con la venta de nuestra cartera de Exploración y Producción en Abu Dabi, y además se vieron negativamente afectados por un impuesto extraordinario mal diseñado que grava los ingresos y no los beneficios de las empresas energéticas. No obstante, la robusta política financiera de Cepsa proporciona una base sólida para financiar nuestra transformación y seguir construyendo sobre el significativo progreso conseguido hasta la fecha".