IAG registra un beneficio neto en el primer semestre de 554 millones de euros, un 66,9% más que en el mismo periodo del año anterior. La aerolínea logra estos resultados tras la reestructuración de Iberia, que continúa teniendo un impacto positivo en las cuentas de la empresa.
La cifra de negocio mejora un 4,1% hasta alcanzar los 10.786 millones de euros, en comparación con el primer semestre de 2015. El beneficio de las operaciones también aumenta un 27,9% hasta los 710 millones de euros.
El impacto negativo del tipo de cambio, de 148 millones de euros debido a la depreciación de la libra, los atentados terroristas, la incertidumbre en torno al referéndum británico y la situación política española son algunas de las razones que llevan a la aerolínea a un entorno operativo más débil de lo previsto, especialmente en junio, según indica IAG en un comunicado. Todo ello, junto con las 22 huelgas de controladores aéreos en Europa en lo que va de año, han impactado en los ingresos de pasaje, que aumenta un 4,3% en el primer semestre, hasta los 9.539 millones de euros.
IAG asegura que seguirá reforzando su modelo consolidado de control de costes y gestión de la capacidad. Estas iniciativas de reducción del gasto que actualmente se encuentran en fase de planificación tendrán un efecto beneficioso sobre los resultados de la compañía a partir de 2017.