El Corte Inglés ha alcanzado la calificación de ‘investment grade’, según la agencia de rating Standard & Poor’s, para su emisión de bonos que lanzó en octubre de 2018. Tras la revisión anual que realiza S&P, El Corte Inglés ha conseguido la calificación BBB-, lo que significa un escalón más en el rating de la emisión.
Por otra parte, S&P también ha elevado la nota corporativa a BB+ con “perspectiva positiva”, situándose a sólo un paso del grado de inversión.
Este nuevo posicionamiento refleja la buena evolución de la cotización del bono, que se ha ido acercando progresivamente al ‘investment grade’. Esto es consecuencia de la valoración positiva que el mercado ha realizado sobre la gestión de la compañía, marcada por una reducción de la deuda, una mejora de los márgenes y una buena perspectiva de futuro.
El Corte Inglés se sitúa así como una de las pocas empresas de retail que inspira la confianza del mercado, con incrementos de calificación en un corto periodo de tiempo. Supone, al mismo tiempo, un respaldo a las estrategias marcadas por el equipo directivo que preside Marta Álvarez.