Carlos es el mentor de Teresa, y “también es mi amigo”. Y es que ambos destacan que, si buscas algo más en el mentoring, mantener una continuidad, se establece una relación de amistad. Carlos Cifuentes, Consejero de Carreras Profesionales y miembro del Equipo de Career Advisors del IESE, cree que la vida profesional comienza realmente a partir de los 50 años. Teresa de Vicente es Internal Audit & Compliance at Finsolutia Manager y mentee de Carlos.
Conocemos el trabajo de Carlos Cifuentes, consejero de carreras profesionales y miembro del equipo de Career Advisors del IESE, y Teresa de Vicente, internal audit&compliance at Finsolutia Manager
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Hay varios aspectos clave. Uno de ellos es la confianza, señala Teresa. “Cuando tienes una reunión en la que explicas dónde estás y a dónde quieres ir y alguien de verdad cree en ti y te insufla esa confianza, se desarrolla esa química”.
Pero además de la confianza, tiene que haber una verdadera motivación por parte de los mentees de aceptar los consejos, absorber lo máximo de la experiencia. Y aceptar las críticas, que no siempre son fáciles.
¿Se puede “construir” la química?
La química se basa en la empatía, en ser capaces de ponerse en los zapatos de la otra persona, dice Carlos. Por ejemplo, uno de los miedos más comunes que suele tener la gente a la hora de emprender un nuevo proyecto profesional es el hecho de verse demasiado mayor.
“Pero eso es lo de menos, lo importante es que tenga el espíritu de hacer algo, para ello necesita la ayuda adecuada”. Y por eso Carlos dice que “la vida profesional comienza realmente a partir de los 50 años”, no porque antes no haya experiencias profesionales, sino porque en esa época puede venir la etapa más interesante.
Para Teresa, como mentee es importante estar abierto y dispuesto a escuchar esos consejos que necesitas y que muchas veces no son agradables. “Por eso es necesario también ir con humildad y estar abierto a lo que vas a oír”.
Las preguntas que hay que hacerse
Cuanto más sabes, más deseos tienes de descubrir lo que no sabes, opina Carlos Cifuentes. Pero no todo el mundo lo ve tan fácil. Entonces, ¿cómo mantener la motivación activa? Pues él recomienda hacerse las siguientes preguntas y plasmarlas por escrito:
- ¿Quién soy? Es decir, ser consciente del punto en el que uno está.
- ¿Hacia dónde voy, qué proyecto quiero emprender? “Porque a veces al ponerlo por escrito y tener que pensarlo, se cambia de opinión.
- Y muy importante, ¿qué necesita la empresa de mí, qué puedo yo aportar a la empresa? Solo así la relación laboral puede ser duradera.
Formularse esas preguntas no es fácil, porque, entre otros factores, el entorno laboral va cambiado cada vez con más velocidad. Por eso otro punto a tener en cuenta es la rapidez, tomar la decisión de cambio con agilidad.