Con estos datos, nos preguntamos si las socimis dejan atrás la época dorada que han vivido durante estos años. Los expertos hablan de nubarrones en el camino. Por ejemplo, la subida de impuestos que prepara el Gobierno para el sector, la incertidumbre política en Cataluña, o la marcha de la economía española.
Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, cree que el sector ha pagado el mal comportamiento del mercado.
A nivel agregado, los beneficios de las principales socimis han bajado sobre todo por la ausencia de extraordinarios. Ese ha sido el caso de Colonial que gana 281 millones hasta septiembre, un 38% menos. Por su parte Hispania, gana 82% millones, un 54% menos, mientras que LAR consigue 80 millones, un 12% más gracias a las mejoras llevadas a cabo en la gestión de activos. Por último, Merlin, la mayor sociedad de inversión inmobiliaria, obtiene un beneficio neto hasta septiembre de 481 millones de euros, un 1,4% más tras destacar el crecimiento de las rentas por alquiler en todos los sectores que trabaja.
Jesús Amador, analista de Bankinter, cree que la época dorada de las socimis ha pasado porque ya no son una oportunidad de compra y porque los beneficios de antes no los vamos a volver. Dice que los activos no se van a revalorizar de la misma forma. Eso sí, lo importante para estas compañías es que sus rentas por alquiler sean positivas y que los márgenes se mantengan estables
Si buceamos en las cuentas, destaca el caso de Merlin. De las cuatro compañías, es la que más ventas genera, casi 380 millones de euros, pero también la más endeudada con casi 300 millones de euros. Además, según Iberinform, es la socimi más débil de las cuatro con un rating de 5 sobre 10, mientras que la más fuerte es LAR con un rating de 8 sobre 10.
Con este escenario, el mercado no piensa en un pinchazo en el mercado inmobiliario en el corto plazo, pero sí considera lógico que se frene la escalada de precios de los últimos años, sobre todo en el mercado de vivienda por varios factores. Por un lado, los salarios no crecen al mismo ritmo que los precios de la vivienda de manera que "habrá un momento, más pronto que tarde, en el que esta divergencia provoque una ralentización en la compra de pisos por parte de los ciudadanos", dicen los expertos.
Por otro lado, los bajos tipos de interés que imperan a día de hoy son ideales para solicitar una hipoteca. Sin embargo, ya vemos cómo el Euribor ha tocado suelo en mayo y ha iniciado una línea ascendente, "lo que dificultará la financiación a la compra de vivienda", aseguran otras fuentes.
En cuanto al mercado de oficinas, uno de los segmentos más potentes para las socimis, los expertos de Selfbank, creen que el ritmo de encarecimiento de alquiler podría tener más continuidad. Por un lado, los beneficios corporativos van al alza, de manera que las empresas están en mejor disposición de invertir y alquilar espacios. En este sentido, son varias las socimis que han puesto el foco en un segmento del mercado inmobiliario "hasta ahora bastante desconocido como es el de los centros logísticos, que dado el empuje del comercio electrónico podrían ir al alza en años venideros".
Desde el punto de vista fiscal, la principal preocupación es el cambio normativo que podría sufrir sector, consecuencia del nuevo escenario político en España y por el cual, se aplicaría un tipo de gravamen del 15% sobre los beneficios no distribuidos.
“Si suben impuestos a las Socimis, perderemos la figura del ahorro”, asegura Fernando Ramírez, director de Merlin, en una entrevista a Capital Radio.
Si miramos el comportamiento en Bolsa de estas compañías, es positivo. Hispania, tras la OPA de Blackstone sube un 16% en lo que llevamos de año, Colonial un 6%, algo menos Merlin, un 3% y cotización plana la de Lar.
Si dibujamos el futuro, son muchos los retos. Uno de ellos, la especialización y concentración del sector, como explica Nicolás Saldaña, CEO de Témpore, la socimi de la Sareb.
Las socimis no se han consolidado como un vehículo de inversión y eso que no paran de salir a Bolsa (se contabilizan 65 socimis cotizadas en España con una capitalización de 21.000 millones de euros).
Con todo, los expertos creen que queda mucho camino por recorrer, sobre todo en el sector residencial. De momento, España está a años luz de los mercados más potentes de Europa.