La ausencia de representación española en las instituciones europeas en los últimos años, la gestión de la crisis económica, pero también el equilibrio ideológico de los cargos de poder repartidos entre los diferentes países explican el nuevo papel que el español Luis de Guindos va a jugar como vicepresidente del Banco Central Europeo.
Según Salvador Llaudes, investigador del Real Instituto Elcano, este nombramiento permitiría reequilibrar en cierta medida el papel de España en Europa, donde ha estado fuera de puestos importantes desde los años 2000: “Entre otras cosas se debió al giro altantista del segundo mandato del presidente Aznar, lo que también coincidió con la ampliación de la Unión Europea y posteriormente la crisis”.
Con Francia y Alemania recuperando protagonismo y las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, explica Llaudes que España no puede perder la oportunidad: "España tendrá que aprovechar la situación para ser más proactiva y ambiciosa y tener más influencia en el nuevo rumbo de la UE que se adecúe a los valores españoles"