El precio del bismuto se ha disparado un 500% en las últimas fechas como respuesta de China a los aranceles de Donald Trump. Hablamos de un metal de nicho que se utiliza en numerosas industrias. Entre ellas la defensa, tan de actualidad.
El rebote de este metal comenzaba a principios de febrero, cuando Pekín activaba las restricciones a las exportaciones en respuesta a la ofensiva comercial del presidente estadounidense Trump. Es uno de los cinco materiales que añadía el Gigante Asiático a la lista de exportaciones controladas después de que Trump impusiera un arancel inicial del 10% a la importación de productos chinos.
El precio del bismuto se ha multiplicado por cinco desde febrero como respuesta a los aranceles a Donald Trump y por el aumento de la demanda.
China produce el 80% del bismuto
Las exportaciones caen en picado desde entonces y esa tensión del mercado ha provocado que se haya multiplicado por cinco su valor. Es una demostración del poder del Gobierno de Xi Jinping para alterar los flujos de materiales que pekín considera importantes para su seguridad nacional. En el caso concreto de este metal, China produce el 80% del bismuto refinado del mundo, mientras que Estados Unidos lleva doce años sin producirlo.
Dos tercios del bismuto que entra en Estados Unidos es chino. En febrero valía 6 dólares por libra, mientras que ahora bordea los 35 dólares. En otras palabras, de comprar una tonelada por 13.227 dólares a hacerlo por 77.160 dólares.
Algunas compañías consideran que esta maniobra es “un tiro en el pie” de China, dado que los clientes podrían buscar materiales alternativos. Sin embargo, lo cierto hasta ahora es que se ha cortado de raíz el abastecimiento de bismuto a las fábricas que lo necesitan para producir.
Otros analistas consideran que “por el momento no hay fuentes de suministro para sustituir totalmente el material chino”.