Fátima Báñez es la última incorporación a una larga lista de puertas giratorias entre el mundo del poder político y del poder empresarial. De hecho, expertos como Antón Losada, profesor universitario y autor de 'Piratas de lo público', aseguran que casi dos de cada diez altos ejecutivos de empresas del Ibex 35 han sido altos cargos en la Administración Pública.
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Felipe González, Jordi Sevilla o José María Aznar: la larga lista de puertas giratorias
Uno de los políticos que ha desfilado por más consejos de administración es el archiconocido Rodrigo Rato.
Después de ser vicepresidente del Gobierno estuvo en hasta cuatro consejos de administración diferentes: el grupo de aerolíneas IAG, Telefónica, Caja Madrid y, por supuesto, Bankia. Aquí el que se conocía como “el hombre del milagro económico español” se quedó como presidente y llevó al banco al borde del precipicio.
El mítico Juan Miguel Villar Mir, titular de Hacienda y también vicepresidente del Gobierno, ha estado en la cúpula del Santander y ha gestionado OHL.
Pero las puertas giratorias no son solo de un partido. Las tenemos de todos los colores. Por la puerta de color azul ha pasado José María Aznar para llegar hasta el consejo de Barrick Gold, José Luis Olivas a Enagás y Pío Cabanillas a Endesa.
En la de color rojo tenemos a Jordi Sevilla en PwC y en la presidencia de Red Eléctrica; a Guillermo de la Dehesa en Amadeus y Santander, en el que se encuentra en la actualidad; a Elena Salgado en Endesa y a Trinidad Jimenez en Telefónica.
"La hermandad privatizadora"
Para expertos como Antón Losada, las puertas giratorias no son algo atípico. "Son algo sistémico en el poder", añade. "Yo les llamo hermandad privatizadora, porque les unen muchos nexos personales: de formación, de currículum... va mucho más allá del interés personal", insiste.
Cree que el caso español es "paradigmático". Califica el ejemplo de nuestro país como uno de los más "acabados". La clave de esta práctica está en la tecnocracia, según el experto. "El Estado y las empresas están dirigidos cada vez más por una élite de tecnócratas que van rotando de la empresa privada a la administración pública", añade.