(Reuters) Unidos Podemos se adelantó al Gobierno al anunciar un pacto con el Ejecutivo de Pedro Sánchez para eliminar el veto del Senado a la senda del déficit que permitía al Partido Popular controlar las cuentas públicas con su mayoría absoluta en la Cámara Alta.
En un comunicado anoche tras una reunión de tres días entre los líderes de los dos grupos, la formación morada defendió su propuesta para acabar con lo que considera una "anomalía democrática que permitía al Partido Popular controlar las cuentas públicas con apenas un 30% de los votos".
El acuerdo, que requerirá una modificación legislativa que impediría al Senado revocar la mayoría del Congreso en materia de gasto, forma parte de las negociaciones del gobierno en minoría del PSOE para tratar de sacar adelante unos presupuestos para el año 2019 que estaba muy lejos de poder aprobar por falta de apoyos.
"Con esto, se cierra la posibilidad de que el PSOE llegue a acuerdos con el PP y refuerza la gobernabilidad progresista de nuestro país", dijo Unidos Podemos, cuyo hipotético respaldo no sería suficiente para que Sánchez consiga el respaldo del Congreso a los presupuestos situando a los grupos independentistas catalanes en una posición decisiva.
El frágil gobierno de Sánchez quiere aprovechar el vuelco en las encuestas que ha propiciado su llegada a la Moncloa para apurar al máximo la legislatura para lo que resulta imprescindible pasar el trámite de los presupuestos de 2019.
Consciente de esta situación, Podemos presentó la semana anterior bajo el título "dejar atrás la austeridad" un paquete de propuestas al gobierno de Sánchez como condición para negociar la senda de déficit, la antesala de los Presupuestos.
Aunque algunas de las exigencias de Podemos han sido descartadas por el PSOE, la formación morada dijo que en el marco del pacto para la modificación en el Senado, prevé que el gobierno aprueba una actualización de las pensiones con el IPC y la eliminación del copago farmacéutico entre otras medidas.
El viernes está previsto que el gobierno vuelva a llevar al consejo de ministros la senda de déficit pactada con Bruselas del 1,8 por ciento del PIB para 2019, la misma que el pasado 27 de julio fue rechazada en el Congreso pero que ahora podría tener una segunda oportunidad.