Trump argumenta que no pueden admitir a todos los que llegan al país ni tener una política de fronteras abiertas: “La gente piensa en ellos como niños, pero realmente son adultos jóvenes. Siento amor por esas personas y ahora el Congreso será capaz de ayudarles y hacerlo correctamente. Queremos ser capaces de hacer algo y hacerlo bien. No tenemos otra opción, tenemos que ser capaces. Creo que va a funcionar muy bien a largo plazo y será la solución correcta”.
Detrás de esta decisión podría estar la amenaza de nueve fiscales generales estatales republicanos de presentar demandas si no se ponía fin al DACA. Por su parte, varios fiscales estatales demócratas anuncian iniciativas legales para defender el programa y ayer miles de personas se manifestaron en contra del fin del programa en varias ciudades estadounidenses.
Las grandes tecnológicas se suman a las protestas y critican el fin del DACA. Gigantes de Silicon Valley como Facebook, Apple, Google o Microsoft lamentan y critican la decisión del Gobierno y han pedido a través de una carta conjunta que no se deporte a los “dreamers”.
En la misiva, enviada la semana pasada, estas compañías explican que más del 97% de los dreamers está en la escuela o trabajando, un 5% ha creado su propio negocio, el 65% ha comprado un vehículo y el 16% ha comprado su primera casa. “A menos que actuemos ahora para preservar el programa DACA, los 780.000 jóvenes trabajadores perderán su capacidad para trabajar legalmente en este país y cada uno de ellos estará en riesgo inmediato de deportación. Nuestra economía perdería 460.300 millones de dólares del PIB nacional y 24.600 millones en contribuciones a la Seguridad Social y a Medicare. Los soñadores son vitales para el futuro de nuestras empresas y nuestra economía. Con ellos crecemos y creamos empleos. Son parte de por qué seguiremos teniendo una ventaja competitiva legal”.
Explican que son amigos y vecinos que han contribuido a mejorar la economía y las comunidades. Los directivos de estas empresas, como Mark Zuckerberg y Tim Cook, adelantan que van a trabajar para que estos jóvenes reciban una protección permanente y un camino a la ciudadanía. A ellos se suman empresas de otros sectores, como Berkshire Hathaway, General Motors, Wells Fargo o JP Morgan.