Hablamos con Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía tras los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre el desplome en los nacimientos en España.
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado este miércoles un nuevo informe con datos preocupantes sobre el envejecimiento poblacional en España. El informe afirma que los nacimientos se han desplomado un 40% desde 2008.
Este resultado es un efecto que tiene que ver con la crisis económica de España, ya que, según Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CISC, “ha provocado que se haya retrasado el tener hijos durante el período de crisis porque no era un momento propicio”. Además, la edad media de tener hijos es más tardía y eso provoca que se tengan menos hijos.
El efecto de la crisis afecta a la fecundidad y tiene mucho que ver con la relación de empleo que tengan las parejas. En aquellas que están en paro o tienen empleos temporales, “la fecundidad cae en picado” porque en circunstancias de crisis la pareja decide no tener hijos esperando que la situación mejore.
En España, la edad para la maternidad es bastante tardía, y “si encima se pospone el tener hijos, es posible que no se llegue a tener hijos o que, si se llega, no se llega a tener un segundo hijo”.
En aquellas parejas que tienen empleo fijo durante la crisis no ha caído la fecundidad, asegura Ramiro. Es, básicamente, una decisión económica. Si una pareja tiene trabajo, “con ambos salarios se pueden permitir a medio plazo planificar el formar una familia y se plantean el escenario para que eso pueda ocurrir”. Lo que no significa que por tener esas circunstancias ya vayan a tener hijos.
Ahora mismo una pareja, para criar un niño, necesita recursos económicos, un salario solo no se lo permite. Se necesitan dos salarios, dos personas trabajando porque si no, la incertidumbre hace que las parejas piensen que es “irresponsable” tener hijos en estos momentos”.
En 2008, había un índice de 1,25 hijos por mujer. Hoy en día hay una media de 1,3 hijos por mujer. Sin embargo, en los países nórdicos, los últimos datos aseguran que la fecundidad ha caído fuertemente muy por debajo del nivel de reemplazo.
Cada vez se retrasa más tener hijos, pero el nivel educativo también influye. Antes, las jóvenes menos educadas tendían más a tener hijos, mientras que las jóvenes universitarias lo hacían en edades más tardías. Ahora, casi todas ellas los tienen en edades más tardías.
Sin embargo, la esperanza de vida en España es una de las más altas del mundo y eso “es una buena noticia”. La combinación de esperanza de vida alta y fecundidad muy reducida “tiene como consecuencia un envejecimiento importante”. Otra buena noticia es que la esperanza de vida no se ha detenido como en EEUU, Alemania, Inglaterra… Los flujos migratorios pueden ayudar, ”pero no podemos esperar que la fecundidad de los migrantes remedie ese déficit de natalidad, simplemente porque los migrantes se adaptan muy rápido al calendario de fecundidad de las autóctonas”.
Además, las variables en demografía no cambian de manera espasmódica y no se prevé que haya cambios en esa línea. Este informe muestra los datos provisionales, así que habría que esperar a los datos de finales del año.