¿Qué somos capaces de hacer cuando estamos desesperados? De eso va El Juego del Calamar (Squid Game, Netflix). Pero también va de desigualdad, de deudas, de ludopatía, de dinero. Igual que hizo la oscarizada Parásitos (2019), esta serie surcoreana pone en primer plano las miserias del ser humano cuando la supervivencia está en juego y muestra las diferentes realidades de la sociedad capitalista. Y sí, El Juego del Calamar genera angustia aunque no seas capaz de dejar de verla.
En el Podcast de El Espectador Económico, Guillermo de Haro, explica los conceptos económicos que esconde la serie de Netflix:
Esta semana explicamos "los conceptos económicos" que esconde la serie El Juego del Calamar. El Espectador Económico es un Podcast que explica la economía a través de las películas y las series con la ayuda del economista Guillermo de Haro.
Hay quien dice que El Juego del Calamar tiene todos los ingredientes para convertirse en una de las series más vistas de Netflix. Doblada a más de 30 idiomas y subtitulada en 13, el 95% de los espectadores de ‘Squid Game’ están fuera de Corea del Sur. Esto no ha evitado que una saturación del uso de la red de Internet surcoreana haya llevado al operador SK Boardband a reclamar a Netflix que le compense los costes extraordinarios derivados del aumento del tráfico (para ver la serie), según informaba la agencia de noticias Reuters la pasada semana.
El Juego del Calamar arrasa en Halloween
Pero hay más datos que evidencian que El Juego del Calamar causa furor: las búsquedas en Google. Los disfraces más buscados en Google para Halloween 2021 son las vestimentas de la serie. Además, se han disparado las búsquedas de conversión de wones (la moneda surcoreana) a dólares en lo que evidencia la intención del telespectador por entender a qué equivalen los millones de wones de los que hablan los protagonistas.
Pero, ¿la Corea que muestra esta serie es una realidad generalizada en el país o es solo una anécdota magnificada a través de los recursos audiovisuales? En la década de 1960 Corea del Sur inició una transformación económica que ha sido calificada por muchos como el milagro coreano. Hoy el país está a la cabeza de índices mundiales de educación, de libertad económica, de conectividad… ¿Por qué entonces el contacto de Occidente con ese país se produce a través de una fotografía de la desigualdad? ¿El Juego del Calamar y Parásitos son microcosmos dentro de esta economía emergente o son la oportunidad para reflexionar sobre la cara menos amable del crecimiento económico?