Doce de los clubes de fútbol más importantes de Europa lo han anunciado esta medianoche: nace la nueva Superliga Europea, que estará presidida por Florentino Pérez. En clave económica, JP Morgan ha confirmado que financiará el torneo.
La competición estará gobernada por esos doce clubes fundadores, que son: el AC Milan, el Arsenal FC, el Atlético de Madrid, el Chelsea FC, el FC Barcelona, el FC Internazionale Milano, la Juventus FC, el Liverpool FC, el Manchester City, el Manchester United, el Real Madrid CF y el Tottenham Hotspur.
Se invitará a otros tres clubes para que puedan unirse antes de la temporada inaugural que empezará lo antes posible.
Entre los mismos, no hay ningún equipo alemán ni francés, es decir, habría bajas importantes como el Bayern de Múnich o el PSG.
Participarán 20 clubes, los 15 clubes fundadores y otros cinco equipos adicionales que se clasificarán anualmente sobre la base del rendimiento de la temporada anterior.
El presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, será uno de los vicepresidentes de la Superliga. En consecuencia, el equipo italiano, que cotiza en bolsa, se encuentra experimentando una importante revalorización en el mercado.
Las cifras de la nueva Superliga
Según fuentes que cita el diario EL PAÍS, de inicio se repartirían 3.525 millones de euros. El reparto, si finalmente son 15 los fundadores, sería así: 350 millones de euros para seis clubes, 225 para cuatro, 112,5 para dos y 100 para tres clubes.
Se estiman en unos 4.000 millones de euros los ingresos por televisión que generaría la competición. La citada cantidad sería repartida en un 65% para los clubes fundadores, otro 20% por méritos deportivos en la competición y un 15% por distribución comercial.
En concepto de participación, los clubes de la Superliga obtendrían, como mínimo, 60 millones de euros,
Por otro lado, el ganador de la competición recibiría algo más de 250 millones. Una cifra que supone más del doble de lo que percibe el vencedor de la Champions League.
Los organizadores de la competición defienden que "este nuevo torneo anual proporcionará un crecimiento económico significativamente mayor, lo que permitirá apoyar al fútbol europeo a través de un compromiso a largo plazo, de que las aportaciones a la solidaridad, crezcan en línea con los ingresos de la nueva liga europea".
Y, además, añaden que "los pagos de solidaridad serán mayores que los actualmente generados por el sistema europeo de competición y se prevé que superen los 10 000 millones de euros a lo largo del periodo de compromiso de los clubes".
¿Qué puede suponer la creación de este torneo?
Su formato, dos grupos de diez en los que se jugarán partidos de ida y vuelta entre semana, supondrá una carga extra de 18 partidos, sin tener en cuenta las posteriores eliminatorias.
Esto quiere decir que los clubes se centrarán en esta nueva competición continental, dejando en un segundo plano las competiciones nacionales.
En otras palabras, los equipos que disputen la Superliga jugarán con los suplentes en sus respectivas ligas.
Los jugadores de talla mundial, los que más ingresos generan, tendrán una participación limitada en sus ligas nacionales.
Ello pondrá en jaque los ingresos por derechos televisivos de las competiciones de cada país e, incluso, los patrocinios de las propias ligas, como el del Banco Santander en el caso español o el de Telecom Italia en el italiano.
En cuanto a los derechos de las retransmisiones, especialmente llamativo es el caso de LaLiga Santander, que actualmente se encuentra en plena negociación de los mismos.
El paquete actual tan solo cubre hasta la temporada 2021-2022, por lo que la competición española podría sufrir ya las consecuencias económicas de la Superliga Europea a partir de la campaña 2022-2023.
UEFA, FIFA y las principales ligas nacionales se oponen
El anuncio de la creación de la Superliga Europea se ha producido tan solo unas horas antes de que la UEFA presentara el nuevo formato de la que, hasta ahora, es la competición continental más importante, la Champions League, que ahora se vería eclipsada por este nuevo torneo.
La UEFA, la Federación de Fútbol Inglesa y la Premier League, la Real Federación Española de Fútbol y LaLiga, y la Federación Italiana de Fútbol y la Lega Serie A, han realizado un comunicado conjunto en el que amenazan a los clubes que compitan en la nueva Superliga con expulsarlos de las competiciones nacionales.
Además, la FIFA y sus seis Confederaciones han anunciado que los jugadores que participen en el torneo podrían verse privados de jugar con sus selecciones, un punto que, por otra parte, podría poner en entredicho el Mundial de Qatar 2022.