Una jornada de 1970 hoy se hace en 90 minutos, ¿la tecnología destruye empleo?

El debate sobre la renta básica universal ha vuelto a salir a la palestra en las últimas semanas, pero lo cierto es que es una cuestión que lleva sobre la mesa desde hace décadas y que se ha intensificado en los últimos años con la robotización. Y es que una jornada de 1970 hoy se hace en 90 minutos, según un estudio de Adecco Group Institute. La pregunta es ¿la tecnología destruye empleo o ayuda a crearlo?

• Asufin: "La banca recibió un rescate encubierto que no recuperará la tasa Tobin"
• ¿Salen las cuentas con la renta básica universal de Podemos?

Son muchas las voces que señalan que, debido a que cada vez más tareas están mecanizadas, se van perdiendo puestos de trabajo. Además, la digitalización ha provocado una agilización de procesos que también hace que cada tarea se haga mucho más rápido y la jornada sea más productiva.

De hecho, un estudio de Adecco muestra que gracias a la tecnología una jornada laboral de 1970, las tareas que se hacían en todo un día, se completaría hoy en tan solo una hora y media.

En 1930, los españoles ocupaban un promedio del 20,1% de su tiempo en el trabajo, frente al 9,6% que pasaban en 2012. El estudio del Adecco Group Institute concluye que, para los expertos, lejos de convertirse en un obstáculo para la creación de empleo, la tecnología traerá consigo beneficios.

Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, explica que en este estudio se analiza cómo impactan los procesos de digitalización y más concretamente la inteligencia artificial en el talento.

En los próximos 10 años, labores con poco valor añadido como el intercambio de información y el análisis de datos podrían verse reducidas hasta en un 20%. Esto equivaldría a 8 horas semanales, según el estudio de Adecco.

¿Pérdida de empleos o rehumanización del trabajo?

Para los creadores del estudio, una de las principales ventajas de la tecnología es la rehumanización del tiempo, que permitirá a las personas encontrar un mejor equilibrio entre la vida personal y la profesional. En el futuro, las tecnologías se encargarán de las tareas rutinarias que entorpecen el empleo de los profesionales actuales.

Eso sí, 375 millones de personas, un 14% de la fuerza laboral mundial, necesitarán transformar sus capacidades para el año 2030.

El reciclaje profesional, la formación continua y la reimaginación, dice el estudio, son claves para que la automatización no derive en una destrucción de puestos de trabajo.

No opinan lo mismo por ejemplo desde la plataforma Red Renta Básica, que emplean varios argumentos para defender un ingreso universal y explican que el de la robotización es solo el último de ellos, como explica desde la plataforma el economista Daniel Raventós.

Son varios los argumentos en contra de este ingreso básico universal. Uno de los más controvertidos es que no se podría financiar, que no es sostenible. Desde la plataforma Red Renta Básica defienden que sí se podría, con los cambios fiscales necesarios, que faciliten la redistribución de la riqueza.