Asegura que no es cierto que no se pudiera haber hecho más o haber sido más eficaz para evitar la crisis del sector e, incluso, que no es cierto que no existiera un soporte jurídico para atajar los problemas como argumentaron en su momento Jaime Caruana o Luis María Linde. Y no solo eso, Sánchez carga también contra la actual legislación europea: "La entrada en vigor del Mecanismo Único de Supervisión en absoluto supone mayor garantía de cara a la estabilidad financiera en Europa, mas bien todo lo contrario. [...] Nosotros lo que tenemos es resistencia al desastre, está en nuestra profesión, nos resistimos a aceptar los desastres financieros como algo que no se puede evitar y por eso nos resistimos al mecanismo tal y como esta concebido e implantado hoy en día".
Hora y media de intervención y una larga lista de fallos, sospechas y críticas. Afirma Pedro Luis Sánchez que Bankia salió a Bolsa con unas "provisiones pintadas" e irreales y denuncia que la Comisión Ejecutiva del Banco de España permitiera repartir bonus millonarios a los gestores de las cajas que luego integrarían BFA-Bankia. Desmonta también el argumento de que la caja cayó por la recesión económica: "Las entidades que quebraron en esas fechas no fue por efecto de una doble recesión sino por todo lo ocurrido desde 2000, y sobre todo entre 2004-2005, con el estallido de BFA-Bankia, que no quiebra por la recesión sino por un agujero [...] Un desfase patrimonial de unos 20.000 millones de euros no se genera por una doble recesión". Y atención con Bankia, porque este inspector puntualiza que el Banco de España "no tiene constancia" de que exista el informe de fusión de la entidad con BMN.
Las fusiones frías o Sistemas Institucionales de Protección ocupan también un lugar importante en la lista de errores. Asegura Sánchez que estaban mal concebidas desde el principio y que no son el instrumento adecuado para reforzar una entidad. También se ha referido a la Sareb: "Estamos muy preocupados por la estructura de financiación de la Sareb y también preocupados en el sentido de que quizá no exista la suficiente transparencia en los procedimientos de enajenación de activos que se están llevando a cabo".
Sobre el rescate financiero explica que "no estamos de acuerdo con las cifras que se han venido publicando", ya que "limitarse a evaluar un coste económico solo con las ayudas directas es olvidarse de que la crisis se tradujo en cierre de empresas, sobre todo pymes, que vieron cercenadas sus líneas de crédito".
De cara al futuro, y frente a la postura de organismos como el BCE o el propio Banco de España, se opone a una mayor concentración y a las fusiones transfronterizas: "Defender que las entidades cuanto más grandes mejor para todos va contra el sentido común, prudencial y supervisor, el riesgo sistémico se incrementa. [...] Si defendemos fusiones transfronterizas podemos llegar a tener un autentico problema desde el punto de vista prudencial".
Pedro Luis Sánchez augura que el actual modelo europeo de regulación y supervisión nos puede conducir a un desastre financiero aún mayor.