Cuando Europa tiene por delante la dura tarea de negociar sobre el fondo de recuperación, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos dice que ya hay datos positivos sobre la recuperación que invitan al optimismo.
El gobierno de España intenta aunar fuerzas con Italia de cara a la negociación para el fondo de recuperación. Este miércoles de Guindos, hablaba de ese fondo, que espera que llegue cuanto antes y del esfuerzo que tendrán que hacer los países para salir de la crisis. En todo caso calcula que no recuperaremos el terreno perdido hasta, como mínimo, finales de 2022.
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Por un lado, Pedro Sánchez sigue con su ronda de encuentros con sus homólogos europeos y este miércoles fue el turno de Giuseppe Conte, el primer ministro italiano. Ambos han coincidido en que hace falta unidad para salir de esta crisis.
España e Italia quieren hacer un frente común de cara a la cumbre los próximos 17 y 18 de julio, en la que intentarán concretar el fondo de reconstrucción que la Comisión Europea ha propuesto dotar con 750.000 millones de euros, pero que cuenta con las posturas en contra de algunos países, como Suecia, Holanda o Austria.
Y también decía que el reparto del fondo debe acordarse ya, este mes de julio. En ese mismo sentido se pronunciaba Luis de Guindos, en el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica, que también aboga por una respuesta conjunta, para encarar la recuperación.
Crisis sin precedentes y respuesta inédita
El golpe de esta crisis no tiene precedentes. Aunque de Guindos dice que la recuperación ya ha comenzado, señala que el punto previo a la crisis no se alcanzará hasta finales de 2022 o incluso algo después. También señala que los países tendrán que emitir deuda adicional
Luis de Guindos también ha señalado que la crisis no es como la de 2008, que tuvo un origen financiero y que en esta ocasión, la respuesta también ha sido diferente, mucho más ambiciosa.
En todo caso ha dicho que el punto de mayores caídas se vio en abril, con el cierre de la economía, y que ya algunos datos de mayo invitan al optimismo. "Lo que estamos viendo en función de los datos que estamos recibiendo en las últimas semanas es que a lo mejor (la caída) es algo menos negativa que ese 13% que habíamos proyectado".
Dice que, de algún modo, ya se ha dejado atrás lo peor. "Los últimos datos han sido algo más optimistas de lo que esperábamos hace unas semanas". La cuestión ahora es ver cómo va a evolucionar la economía en los próximos meses.
Desde el BCE calculan que la economía europea caerá el 9%, pero que se concentra en unos dos meses, algo que no había pasado nunca antes. El organismo también espera que el crecimiento sea más intenso en el tercer trimestre y se modere algo en el cuarto. Pero reconoce que hay un elevado nivel de incertidumbre.
Sí ha querido destacar como elemento diferencial que se ha dado una respuesta monetaria y fiscal conjunta y muy distinta a la de la crisis de 2008.