La ciudad francesa de Biarritz se va a convertir en la capital del mundo durante tres días para recibir este fin de semana la cumbre del G7, una reunión que reúne a las siete principales economías mundiales: Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Canadá y Japón.
Del 24 al 26 de agosto, Biarritz se convertirá en una ciudad blindada con vigilancia terrestre, aérea y marítima y fuertes restricciones para residentes y trabajadores con el objetivo de recibir a unas 7.500 personas, entre delegaciones oficiales y la prensa.
El presidente Donald Tusk representará a la UE en la Cumbre del G7. Examinará con los dirigentes de los países participantes los desafíos mundiales en ámbitos como la economía, la política exterior, la protección del medio ambiente, o la seguridad y los asuntos exteriores, como las relaciones con Irán, Rusia y Corea del Norte.
Además de los países del Grupo de los Siete, Emmanuel Macron anuncia en Biarritz "una cumbre contra las desigualdades" tras invitar a los líderes de Australia, Burkina Faso, Chile, Egipto, Inda, Senegal, Ruanda y Sudáfrica.
ESTADOS UNIDOS
La reunión volverá a revelar las divergencias que en materia de clima mantienen Estados Unidos y el resto, ya constatadas en previas reuniones donde Washington se desmarcó de casi todos los compromisos.
El presidente de EEUU, Donald Trump, llegará a su segunda cumbre del G7 con el primer ministro británico, Boris Johnson, como un posible aliado y sus recientes tensiones con China e Irán entre los asuntos que se anticipan estén en su agenda.
En su debut, en 2018, Trump terminó con la negativa a rubricar la declaración final y un roce con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ante sus homólogos del grupo.
FRANCIA
Francia, durante su presidencia del evento, procurará combatir las cinco causas más profundas de la desigualdad: oportunidades, desigualdad relacionada con la degradación medioambiental, el terrorismo, el desarrollo digital y la inteligencia artificial y todo esto a través de una asociación renovada con África.
El protagonista francés quiere centrar las discusiones medioambientales del lunes 26 en la reducción de las desigualdades en el área medioambiental, fijando como prioridad la protección del planeta "a través de una transición ecológica justa que preserve la biodiversidad y los océanos".
El país galo también quiere impedir que los gigantes de internet eludan impuestos domiciliando sus beneficios a conveniencia, además de instaurar un tipo mínimo para el impuesto de sociedades que ponga ciertos límites a la competencia fiscal sin cuartel entre países, lo que amenaza la recaudación pública y acaba beneficiando a los paraísos fiscales.
ALEMANIA
La distensión en la guerra comercial y el refuerzo del multilaterialismo son las apuestas con las que llega a la cumbre la canciller alemana, Angela Merkel, preocupada por la situación económica de su país y el distanciamiento con Estados Unidos. La canciller volverá a poner sobre la mesa estos argumentos, aunque el panorama internacional está cada vez más en su contra.
ITALIA
Italia es uno de los países que participará en la reunión, pero su situación es complicada por la crisis política que ha dejado la dimisión del primer ministro, Giuseppe Conte.
Roma no ha definido ninguna agenda de temas que quiera tratar y tampoco sabe quiénes serán los miembros de la delegación que acudirán a Biarritz en representación del país.
REINO UNIDO
Boris Johnson, maniobrará en su debut en el G7 presionando a los líderes europeos para que acepten renegociar el acuerdo del "brexit" y espera formalizar pronto un acuerdo con Washington para mitigar una posible salida dura de la Unión Europea.
JAPÓN
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, acudirá al evento con el objetivo de obtener garantías ante el "brexit", de desbloquear el acuerdo comercial con EEUU, y con la voluntad de apoyar a Francia en sus principales propuestas.
ESPAÑA Y LA CONTRACUMBRE
España no es uno de los siete países del grupo, pero el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha informado de que el Gobierno aportará 1.878 Guardias Civiles y 932 Policías Nacionales tras solicitarle Francia que colabore para “garantizar la seguridad” de esta cumbre.
Además, Grande-Marlaska asegura que “estamos preparados y formados para evitar hechos violentos, que aprovecha la gente dentro de los que ejercitan sus derechos de manifestación”.
Uno de los actos que más preocupa a la seguridad es la contracumbre, principal movimiento contra este evento organizado por las plataformas G7Ez y AlternativesG7 que reunirá a representantes de distintos colectivos sociales, organizaciones y sindicatos, y que tiene como objetivo defender un modelo alternativo al que plantean los jefes de Estado mundiales del Grupo de los Siete.
Por otro lado, la DGT indica que la cumbre se celebrará en unos días con intensidades "muy elevadas" de vehículos por carretera, por lo que el ministro pidió "el sacrificio" de aquellas personas que tengan pensado cruzar por la frontera vasca que "cambien de ruta", porque la frontera del País Vasco con Francia "va a ser un poco más difícil".