El Fondo Monetario Internacional (FMI) anuncia un préstamo a corto plazo de 1.800 millones de dólares a Grecia. Su intención es reducir el interés, con el fin de dar un empujón al rescate de la economía helena. Además, a largo plazo le da a Atenas un respiro para cumplir su deuda.
Esta aprobación ha sido anunciada después de dos años de debates y especulaciones sobre sobre si el FMI participaría en el plan del rescate heleno. Esto otorgaría un sello de aprobación exigido por muchos de los acreedores del país en la zona euro.
El riesgo de pérdida debido a una potencial exposición al riesgo crediticio que pueda aparecer en el futuro, equivale a 1.300 millones de dólares para complementar las reservas oficiales de los países miembros del grupo europeo.
A pesar del préstamo que el FMI ha concedido al país heleno, el organismo crediticio no ha especificado los requisitos que exigirá a Grecia para el desembolso del préstamo. Asimismo, a pesar de dar su aval, el FMI insiste en que los acreedores europeos deberán renegociar la deuda griega, que algunos califican de insostenible.
El Banco Central Europeo (BCE) dejó de aceptar deuda de Grecia como garantía en sus operaciones de refinanciación a mediados de febrero y desde entonces los bancos griegos dependen de la liquidez de emergencia, que es más cara.
La financiación de la deuda griega se ha hecho cada vez más complicada debido a que, dada su magnitud, se considera que a la larga no va a poder pagarse en su totalidad sin que Atenas acuerde una quita del dinero que debe a sus acreedores.