Gana más que Apple, Alphabet y Exxon Mobil juntas. No es Amazon, ni Samsung, ni ninguna tecnológica. Su negocio es mucho menos complejo que eso: es la petrolera Saudi Aramco. La empresa estatal dedicada a la extracción de petróleo y gas en Arabia Saudí es la que más dinero ganó en 2018 con unos beneficios netos de 111.000 millones de dólares, casi el doble que Apple, que ganó 59.000 millones.
Se acabó el secretismo sobre el desempeño del mayor productor de petróleo del mundo. Es la primera vez que ven la luz datos financieros oficiales sobre esta compañía. Y lo que ha cambiado ahora es que la petrolera planea emitir 10.000 millones de dólares en bonos. Una propuesta que presentará a potenciales inversores esta misma semana, lo que ha obligado a la compañía saudita a revelar secretos que tenía muy bien guardados desde su nacionalización a finales de la década de los 70.
Y si el príncipe Mohammed bin Salman está dispuesto a exponer a la que le financia todos sus caprichos, el motivo debe ser importante. Lo que quiere es recaudar dinero para pagar parte de la adquisición del 70% de la petroquímica Sabic, que costará en torno a los 69.000 millones. Mohammed sabe que el petróleo tiene un enemigo que muy pronto acabará con él: los coches eléctricos. Pero para el plástico todavía no hay una alternativa viable.
Y es que el petróleo es vital para la economía saudita. De hecho, supone el 42% del PIB. Y aunque no tenemos datos exactos de la contribución de Saudi Aramco a la economía del país, si tenemos en cuenta que la gran mayoría de las reservas y producción de petróleo está en manos de esta empresa, podemos hacernos una idea de que sin Saudi Aramco, Arabia Saudí está perdida.
A eso le tenemos que sumar el hecho de que el petróleo se está acabando. En 2014 la petrolera BP estimó que el crudo se acabaría en 55 años, es decir, en el año 2069. Y parece que en Saudi Aramco se están dando prisa para enriquecerse antes de que acabe. Según los datos que maneja Bloomberg los ingresos de la compañía crecieron un 35% en solo un año, de 2017 a 2018.
El petróleo sigue siendo rentable, lo más rentable del mundo. Más que la tecnología. Pero el príncipe Mohammed sabe que tiene los días contados y que, para la economía de Arabia Saudi, el petróleo es como una estrella fugaz: tiene mucha fuerza y brilla mucho, pero que se desvanezca es solo cuestión de tiempo.