Rousseff destaca que el Gobierno llevaba tiempo absorbiendo los costes de la crisis pero que ha llegado el momento de repartirlo entre todos los sectores de la sociedad por eso pedía paciencia y comprensión. Tras la desaceleración del año pasado, la economía brasileña puede sufrir una contracción en 2015 del 0,50 %.
La presidenta aseguró que Brasil tiene fundamentos económicos sólidos que le permitirán superar los "problemas temporales" rápidamente y calculó que el resultado de las medidas podrá verse ya en el segundo semestre del año.
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