La presidencia de la francesa Christine Lagarde al frente del Banco Central Europeo será "política" más que "técnica y orientada a cuestiones de política monetaria". "Es una gran profesional, incuestionablemente, y podría hacerlo bien pero ha defendido los tipos de interés negativos, poner impuestos a los depósitos y muchas otras políticas con las que no puedo estar más que en contra", asegura el economista Daniel Lacalle en los micrófonos de Capital Radio.
Pronostica que la ya exdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional mantendrá una política extremadamente acomodaticia y probablemente extenderá el programa de compra de activos, así que "no veremos una política de normalización". Una línea que podría gustar a gobiernos como el de España, pero cuyas consecuencias para ahorradores, empresas y, sobre todo, para la banca, "está por ver hasta qué punto son positivas".
Precisamente, Daniel Lacalle ha criticado que España está en un momento peligroso, donde se sostiene el PIB "vía endeudamiento y gasto corriente público", mientras se deteriora el crecimiento económico y pesa sobre la economía la ralentización de sectores como la industria.
En general, el economista augura una corrección en los mercados, "porque tenemos las curvas invertidas en muchas economías", lo que podría indicar una recesión. Dos de las tres patas sobre las que se sustenta el crecimiento -los datos macroeconómicos y los beneficios empresariales- están en duda, con el fin del ciclo económico global y las compañías rebajando previsiones antes de iniciar la publicación de resultados del segundo trimestre del ejercicio. Sin embargo, la tercera pata de la política monetaria seguirá siendo "extremadamente agresiva, así que es muy probable que las bolsas estén soportadas razonablemente en ese sentido".
A las dudas sobre el devenir de la economía global se suman los problemas internos, con una investidura en España programada para el 22-23 de julio y para la que el socialista Pedro Sánchez no cuenta con los apoyos suficientes todavía. Lacalle critica que no exista un programa de legislatura y descarta una abstención de los populares: "Pablo Casado ya dijo que se puede hablar pero no dar como un cheque en blanco". "Tendría que haber unos compromisos mínimos de estabilidad presupuestaria, política fiscal, defensa y unidad nadional", añade.