El 14 de marzo de 2020 el Gobierno de España decretó el estado de alarma para hacer frente a la emergencia sanitaria por el Covid 19. Un cierre que inicialmente fue de 15 días. Sin embargo, terminó obligando a la inmensa mayoría de empresas a implementar el teletrabajo, una palabra ajena al común de los mortales hasta ese momento, que se 'viralizó' de forma forzosa en todo el mundo.
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En España, el 34% de las empresas de 10 o más empleados permite el teletrabajo, cuando casi el 41% lo hacía hace un año
En España, el 34% de las empresas de 10 o más empleados permite el teletrabajo, cuando casi el 41% lo hacía hace un año. En las empresas de mayor tamaño, entre 50 y 250 empleados, el porcentaje se eleva hasta casi el 55%, mientras que en las de más de 250 trabajadores alcanza el 78%, una caída del 5% con respecto a doce meses antes.
Más allá de España
Echamos un vistazo fuera de nuestras fronteras. El jefe de Blackstone, Steve Schwarzman, cree que los trabajadores disfrutan de una carga de trabajo más ligera desde sus casas. La compañía es una de las mayores propietarias de inmuebles comerciales y está sufriendo que edificios de oficinas lleven casi cuatro años vaciándose. De hecho, el propio Shwarzman espera que esos inmuebles no sobrevivan como entidades económicas. Eso sí, los edificios de oficinas más nuevos demuestran su resistencia y la demanda de otro tipo de inmuebles, como almacenes, sigue en aumento.
En este sentido, el McKinsey Global Institute calcula que los cambios derivados de la pandemia podrían hacer caer el valor inmobiliario de las grandes ciudades hasta 1.300 millones de dólares en 2030.
En Reino Unido, por primera vez desde el fin de las restricciones pandémicas, los trabajadores que acuden diariamente a la oficina superan en número a los que trabajan desde su casa una parte de la semana.
De acuerdo con una encuesta realizada por una empresa de contratación británica, en septiembre el 43% de los británicos trabajaba todos los días desde la oficina, un incremento de 7 puntos porcentuales en un año. En cuanto a los oficinistas con un régimen híbrido, descendió un 4%, desde el 43 hasta el 39%. Menos de uno de cada cinco trabaja ahora totalmente a distancia.
Casi una cuarta parte de los empleadores tiene previsto aumentar la asistencia del personal en los próximos 12 meses, según el informe.