China estudia establecer aranceles por hasta 3.000 millones de dólares como respuesta a las tasas impuestas por Estados Unidos (EEUU) de 60.000 millones, aunque fuentes del departamento de Comercio norteamericano mantienen la cifra en 50.000 millones que se barajaba previamente.
El Ministerio de Comercio chino también advierte en un comunicado de que contempla emprender medidas legales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La respuesta china incluye suspensiones de concesiones y se dirigirán a 128 productos de EEUU, con aranceles del 25% para productos de aluminio reciclado o de cerdo, y del 15% para vinos, frutos secos, fruta o tubos de acero.
La reacción de China parece moderada: los productos que se verían afectados equivaldrían a 3.000 millones de dólares en importaciones a China el año pasado, esto es, apenas el 2% del total de las exportaciones de Estados Unidos hacia ese país el año pasado (154.000 millones, según las aduanas chinas).
El embajador de China en Washington, Cui Tiankai no descarta una guerra y desmiente las acusaciones norteamericanas: "Creo que esas acusaciones son totalmente infundadas. China fomenta la innovación. Las leyes chinas protegen los derechos de propiedad intelectual. Esto se aplica tanto a las empresas chinas como a las estadounidenses y otras compañías. Haremos todo lo posible para garantizar que los derechos de propiedad intelectual estén protegidos, ya sea son de compañías chinas o compañías estadounidenses".
Estas cargas se aplicarían en dos etapas: en la primera se implementaría el arancel del 15% a un total de 120, y más tarde la del 25% a otros productos. Pekín asegura haber intentado sin éxito negociar con EEUU.
Es la respuesta a la decisión de Trump de establecer esos aranceles por supuestas violaciones a la propiedad intelectual estadounidense. Ahora falta por conocer la lista definitiva que puede incluir 1.300 productos y que se sumaría a los aranceles para las importaciones de acero y de aluminio de la que han quedado exentos la Unión Europea (UE), Australia, Argentina, Brasil y Corea del Sur; además de México y Canadá.
El jefe de Gabinete del Gobierno de Japón, Yoshihide Suga, confía en convencer a EEUU de que excluya también a su país y critica a China: "La violación de China de los derechos de propiedad intelectual también es una gran preocupación para Japón, pero como somos una nación que concede importancia a los marcos de comercio internacional basados en normas, esperamos que Trump cumpla con los acuerdos de la OMC. Seguiremos de cerca el desarrollo de esto entre los Estados Unidos y China. Si Japón es un objetivo de las tarifas será extremadamente lamentable".
Por su parte, el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, pide a EEUU y China que negocien un acuerdo para evitar que se derive en una guerra comercial. La UE explicará su postura este mediodía al fin del consejo de Bruselas.