La guerra retrasa la recuperación, frena la economía. Es el diagnóstico del FMI en sus previsiones económicas de primavera. El fondo reduce ocho décimas la previsión de crecimiento mundial hasta el 3,6% en 2022, un porcentaje que se repetirá en 2023. Alemania es la economía desarrollada más perjudicada.
Más inflación
La entidad eleva con fuerza las estimaciones de inflación: un 1,8% hasta el 5,7% en 2023 de media mundial y un 2,8% hasta el 8,7% para las economías emergentes. El FMI advierte además de que los riesgos para la economía aumentan, ante la expectativa de endurecimiento de la política monetaria para controlar la escalada de precios.
Además, el organismo reconoce que el empeoramiento del cuadro macro se produce cuando aún no se había alcanzado una recuperación completa tras el COVID-19. En este contexto de guerra, el FMI pronostica un deterioro del 35% de la economía de Ucrania y una contracción del 8,5% para la rusa.
De las economías europeas, Alemania e Italia son las que resultan más perjudicadas por el impacto de la guerra y su dependencia energética de Rusia. En concreto, el fondo reduce un 1,7% su estimación de crecimiento para la economía alemana y la sitúa en el 2,1%. La previsión para la economía italiana baja un 1,5% hasta el 2,3%.
España también crece menos
En el nuevo cuadro del FMI, España también recibe un mordisco a su previsión de crecimiento, en concreto del 1%. Nuestro país crecerá 4,8% en 2022 y un 3,3% en 2023 (un 0'5% menos sobre el pronóstico realizado en invierno). Esta rebaja de previsiones se produce pocas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya reconocido que rebajará su estimación. El FMI dibuja un escenario de inflación en el 5,3% este año en España. En 2023 estará muy por debajo, en el 1,3%.
Los exportadores de petróleo, los beneficiados
La escalada de los precios de la energía deja otra consecuencia: el fuerte crecimiento de los países exportadores de petróleo. Según el FMI Arabia Saudí mejorará su PIB un 7,5% este año e Iraq crecerá un 9,5%.