El Fondo Monetario Internacional vuelve a recortar la previsión de crecimiento mundial para 2019 por la persistencia de la incertidumbre a nivel global. Sitúa el crecimiento en el 3,2% una décima menos de la prevista en abril, cuando la revisión a la baja ya fue de dos décimas.
El FMI lo atribuye a una coyuntura difícil, que incluye el incremento de las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, las tensiones tecnológicas y la prolongada incertidumbre del Brexit.
Se han producido sorpresas al alza en el crecimiento del PIB de algunos países avanzados pero también ha habido una actividad menor de lo esperado en las economías en desarrollo.
En cuanto a España, mejora las perspectivas de crecimiento, hasta un incremento del PIB del 2,3%, una revisión al alza de dos décimas con respecto al pronóstico del pasado mes de enero. España es el único país de las grandes economías de la Eurozona que obtiene una mejora de sus perspectivas por parte del FMI para este año.