El opositor de centroizquierda Alberto Fernández lograba una aplastante diferencia sobre el mandatario neoliberal Mauricio Macri el domingo en las primarias presidenciales de Argentina, según un avanzado conteo provisional, lo que encaminaba sus probabilidades de victoria en las elecciones de octubre.
Con el 88,84% de mesas escrutadas, Fernández ha obtenido un 47,36% de los sufragios, seguido por Macri, que ha cosechado el 32,23%.
Las primarias son consideradas un sondeo de lo que podría acontecer en los comicios generales de octubre en Argentina, donde una crisis económica golpeó la imagen de Macri en el último año y revitalizó al peronismo en la oposición.
“Esto es algo que nadie esperaba”, dijo Macri en una conferencia de prensa en la noche del domingo.
Los comicios podrían impactar el lunes en los mercados, que tienen a Macri como su candidato favorito y temen que Fernández pueda virar hacia una mayor intervención estatal.
“Quedamos cómodos para salir primeros” en las elecciones generales de octubre, dijo Fernández a los periodistas sobre el resultado de las primarias, al llegar al búnker donde esperó el recuento oficial de votos.
El aumento de la inflación, el desempleo y la pobreza son el talón de Aquiles de Macri -y su alianza de centroderecha Juntos por el Cambio-, que apenas tendría oportunidades de ganar si muchos votantes no vieran en él un impulsor de la transparencia y de las obras públicas.
Hasta hace meses un operador político, Fernández fue tentado por la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner -de quien fuera jefe de Gabinete- para encabezar la fórmula presidencial opositora. Fernández es un político moderado que ha logrado aunar a gran parte del peronismo dentro de la coalición Frente de Todos.
Mientras que el actual presidente propone avanzar con la apertura de la economía y el ajuste del Estado, Fernández es proclive a una mayor intervención estatal para impulsar el mercado doméstico y hacer crecer la actividad, actualmente paralizada.
La mayoría de los partidos ya ha definido antes de las primarias a sus principales candidatos, quienes competirán por la presidencia en las elecciones generales del 27 de octubre, que se dirimirán en un balotaje -el 24 de noviembre- si ninguno de los postulantes obtiene más del 45 por ciento de los votos o el 40 por ciento y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo.
Además del presidente, en las elecciones de octubre los argentinos elegirán diputados, senadores, gobernadores y dirigentes locales.
Reuters.-