El Eurogrupo recibió información de primera mano sobre cómo se resolvieron los bancos del Véneto. Y lo que dijeron después de escuchar a las autoridades de la Junta Única o el mecanismo único, es que probablemente hay cosas que aprender para el futuro. Carbó explica que la Unión Bancaria es una gran idea. "En 2012 rompió el bucle de la deuda soberana, pero luego los pasos se han quedado a mitad de camino. En ambos casos podemos decir que estaban contemplados, tanto la resolución del Banco Popular, con medidas de disciplina y accionistas y titulares de deuda, y los dos casos distintos de las entidades del Véneto. Están recogidas de alguna manera en la Unión Bancaria, pero como algo extraordinario".
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Los dos casos están contemplados en la Unión bancaria. Se llama Mecanismo Único pero en realidad son dos casos de resolución distintos. ¿Tenemos que aceptarlo? Carbó explica que realmente no hay un modelo único de resolución. En caso del Popular, destaca que la percepción que tuvimos del banco fue que de repente se hizo todo muy deprisa. "La Unión Bancaria no tuvo mecanismos intermedios de liquidez para poder ayudar al banco, hubo que aplicarle el nombre y yo creo que se hizo muy bien esa noche. Desde luego el proceso fue muy limpio y afortunadamente en nuestro país teníamos entidades interesadas y que suavizaron mucho el impacto. Pero a pesar de ser único tiene diferentes modelos, que siempre tendría en cualquier caso pero que se utilizan, y esa es la percepción que tiene el público, según convenga, y eso es lo que no puede ser en un proceso de unión bancaria", asegura el catedrático.
En cuanto al esperado techo de gasto y el impacto que puede tener en la economía, "La economía esta fuerte en lo macro económico por encima del 3% y creando empleo. Por tanto no se iba a resistir tanto. Si no hay un acuerdo concreto no es el fin del mundo, pero daría una estabilidad. Sin embargo, en nuestro país no tenemos una estrategia fiscal y presupuestaria de largo plazo".