Desde 2014, cada 7 de octubre se celebra el Día de la Educación Financiera en nuestro país, una cita que invita a la reflexión sobre los avances en el conocimiento de nuestras finanzas personales y los desafíos que enfrentamos para mejorar la gestión de la población.
Interés compuesto, fondos indexados, criptoactivos, mercados alternativos... para gran parte de la sociedad, la educación financiera es un término lejano a la cotidianidad que debe importar a banqueros, empresarios o consultores.
Este lunes se celebra el Día de la Educación Financiera en España, una cita que muestra el desconocimiento que hay al respecto.
Sin embargo, y como señala el Banco de España, la educación financiera “va más allá de la mera disponibilidad de información y se extiende a los conocimientos, conductas y actitudes que nos permiten tomar decisiones financieras acertadas a lo largo de la vida”.
En definitiva, saber qué hacer con nuestro dinero en cada momento de nuestra vida. Es más, es un término relacionado a la nómina, las cuentas bancarias, los créditos o las hipotecas.
Por debajo de la media
De acuerdo con un estudio elaborado por Nickel con motivo de esta celebración, el 92% de los españoles percibe que los estudios de educación obligatoria deberían incluir cuestiones relacionadas con la educación financiera, como el funcionamiento de los créditos o cómo afecta la famosa inflación a los ahorros.
Y es que nuestros conocimientos en esta materia están por debajo de la media de la OCDE, la organización que aúna a las economías desarrolladas.
De hecho, el 65% de los españoles firman condiciones bancarias sin entenderlas, sin tener en cuenta las comisiones que deberán pagar en un futuro.