Con las caídas de los precios del crudo, Repsol mira al futuro y también a su objetivo de reducir la deuda neta que arrastra de casi 12.000 millones de euros. En este sentido la petrolera no descarta que las desinversiones superen los 3.100 millones de euros marcados como objetivo para los primeros dos años de su Plan Estratégico 2016-2020 y que, prácticamente, a cierre del primer trimestre de este ejercicio, ya ha alcanzado, según indicó el director financiero del grupo, Miguel Martínez, en una conferencia con analistas.
La petrolera ha alcanzado la cifra de 2.800 millones de euros en desinversiones, acercándose así a los 3.100 millones de euros fijados como objetivo para los dos primeros años de su plan estratégico.
Repsol prevé a lo largo de su plan estratégico 2016-2020 unas desinversiones en activos no estratégicos por unos 6.200 millones de euros, de los cuales 3.100 millones de euros son para los años 2016 y 2017 y otros 3.100 millones de euros para el resto del periodo.
Entre las últimas desinversiones realizadas por la compañía presidida por Antonio Brufau se encuentran la venta de sus negocios de gas licuado en Perú y en Ecuador por 335 millones de dólares o de su negocio eólico marino en Reino Unido por 238 millones de euros.
Además, el directivo abrió la puerta a que Repsol pueda volver a retomar las emisiones de bonos híbridos debido a la oportunidad que representa el programa de compra de bonos lanzado por el Banco Central Europeo. Esta emisión de bonos híbridos es una opción si los tipos entran en negativo.