La OPA hostil de BBVA por Banco Sabadell también es una cuestión de comunicación. Aunque la patata caliente para que la operación salga adelante está en el tejado del BCE (estabilidad financiera) y en manos de la CNMC (impacto en la competencia bancaria si se unen los bancos), ambas entidades se juegan en la primera fase el sí quiero o el rechazo de los accionistas. Cierto que la última palabra la tiene el Gobierno, pero hasta que llegue el momento en el que el Consejo de Ministros analice la operación, ambas entidades se manejan en la pantalla de los mensajes en público. Y en esta fase, ¿qué banco comunica mejor?
El 5 de julio la Junta de Accionistas de BBVA vota la ampliación de capital necesaria para la oferta
Ambas entidades han hecho por aparecer junto al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, e intercambiar con él impresiones. Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, lo hizo durante las jornadas del Cercle d'Economia; el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha aprovechado el encuentro de alto nivel con el presidente de Turquía en la sede del banco para escenificar una foto con el máximo responsable de la política económica; escena que se ha repetido en las jornadas de la APIE en Santander apenas cuatro días después.
El presidente de BBVA señala que va a mantener "durante al menos 12 meses las lineas de financiación de todas las pequeñas y medianas empresas".
El momento inmediato más importante de la OPA llega el 5 de julio, cuando la Junta de Accionistas de BBVA debe votar la ampliación de capital de la entidad vasca necesaria para acometer la oferta. De cara a esa cita, el mayor asesor de voto del mundo, ISS, ha recomendado ya a los accionistas votar a favor de la ampliación. El proxy apunta a la lógica estratégica de la operación.