30 de septiembre. Hoy se levanta el veto al dividendo y las recompras de acciones que pesa sobre el sector bancario desde que en marzo del pasado año, el Banco Central Europeo (BCE) decidiera imponerlo para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
- El BCE anuncia el fin del veto al dividendo de la banca en octubre
- Santander recupera el dividendo: 1.700 millones para los accionistas
En España, de momento, ya hay dos entidades que se han pronunciado: Bankinter y el Banco Santander retoman la remuneración a los accionistas.
La entidad naranja dará el pistoletazo de salida y mañana mismo, 1 de octubre, abonará a sus accionistas un dividendo de 0,133 euros por acción, a cargo de los beneficios del primer semestre de 2021, periodo en el que la entidad ganó 1.140 millones de euros, por las plusvalías que obtuvo por la segregación de Línea Directa.
El Santander de Ana Botín hará lo propio. Repartirá 1.700 millones entre sus accionistas que se dividirá a partes iguales entre dividendos y una recompra de accionistas.
Lo que supone un pay-out del 40%, frente al 50%, al que no descartó que podía llegar. Por un lado, distribuirá dividendo en efectivo de 4,85 céntimos de euros por acción, que se pagará a partir del 2 de noviembre de 2021.
¿Qué van a hacer el resto de entidades?
El BBVA tiene la intención de reanudar también esta política, con un pay-out de entre el 35 y 40%, en este caso, lo abonará directamente en efectivo.
El consejo de administración de la entidad ha aprobado el pago de una cantidad a cuenta del dividendo del ejercicio 2021 por un importe bruto de 0,08 euros por acción en efectivo (un importe neto de 0,0648 euros).
El pago, que se realizará el próximo 12 de octubre, supondrá un desembolso de 533,4 millones de euros.
Y CaixaBank quiere destinar la mitad de su beneficio ajustado, sin extraordinarios de la fusión con Bankia, al pago de dividendo.
El Sabadell aspira a repartir el 30 % de sus resultados de este año. Lo hará a finales de diciembre.
Aún con todo, en un evento de Bank of America, el presidente de la Junta de Supervisión del BCE, Andrea Enria, llama a no fijarse solo en las remuneraciones y analizar las entidades en el "largo plazo".