Crece el apetito por el riesgo. Este es uno de los motivos que apoya la incesante escalada del Bitcóin. La moneda toca otro nivel no visto desde 2021, los 64.000 dólares y acumula ya una subida del 50% en poco más de dos meses de 2024. La euforia de Bitcóin se traslada a Ethereum, mientras crece la expectativa de que esta crypto también se vea favorecida por la eventual aprobación de un ETF en EEUU. En medio d ela vertiginosa subida de estas monedas, el lobby crypto se centra en el Supermartes electoral en EEUU: gastan millones en criticar a los candidatos que no defienden su causa y apoyan la campaña de los políticos que defienden sus intereses.
Bitcóin se acerca a su máximo histórico al borde de 69.000 dólares mientras el entorno crypto gana protagonismo en la campaña electoral de EEUU
Según cuenta Reuters, Fairshake, Protect Progress y Defend American Jobs, grupos respaldados por fondos de Coinbase y los gemelos Winklevoss, han gastado al menos 13 millones de dólares en las elecciones primarias de este martes. La agencia cita un análisis de OpenSecrets, un grupo de investigación que rastrea el dinero en la política estadounidense y su influencia en las elecciones y la política. Se calcula que Fairshake, Protect Progress y Defend American Jobs han recaudado casi 102 millones de dólares desde enero de 2023 hasta enero de 2024, según muestran los datos de la Comisión Federal Electoral.
Además, la industria crypto, incluidos sus empleados y comités de acción política, ha contribuido hasta ahora con alrededor de 59,2 millones de dólares para el ciclo electoral de 2024, frente a 26,8 millones de dólares en el ciclo de mitad de mandato de 2022 y 1,6 millones de dólares en el ciclo de 2020, explica OpenSecrets.
La demócrata progresista de California Katie Porter, que se postula para el Senado, es un ejemplo de los objetivos del ecosistema crypto: Fairshake ha gastado más de 10 millones de dólares para tratar de convencer a los votantes de que no respalden a Porter. Y es que Porter se unió a la senadora estadounidense Elizabeth Warren en 2022, buscando información del operador de la red eléctrica de Texas sobre las operaciones de criptominería en el estado y cómo la energía que utiliza la industria afecta el cambio climático y la red energética.