Podría llevarse el reconocimiento al mayor drama en la bolsa española este 2024. Grifols vuelve a escena pero ahora en solitario. La empresa de hemoderivados se compromete a centrarse en "mejorar el valor a largo plazo de la sociedad". Y lo hace tras la retirada de Brookfield, que desiste de su intento por hacerse con la empresa española. La cotización de Grifols en bolsa enfrente ahora tres problemas , tras el desplome de este miércoles. El mayor de todos es la deuda, superior a 9.000 millones de euros, con vencimiento en 2025 y que deberá afrontar en solitario.
Con una deuda superior a 9.000 millones de euros, Grifols tiene que enfrentar en 2025 el vencimiento de un bono y de una línea de préstamos; Grifols señala a la CNMV que sigue centrada en mejorar el valor a largo plazo de la Sociedad tras la retirada de Brookfield por hacerse con la empresa a la espera de que ponga fecha a su Capital Markets Day
Grifols debe aforntar en solitario el vencimiento de deuda en 2025. Más de 1.000 millones de eruos en deuda entre el vencimiento de un bono senior en febrero y la línea de crédito que vence en noviembre de 2025.
Grifols ha aprovechado los recursos de la venta parcial de Shanghai RAAS a reducir su endeudamiento y dedicará parte a hacer frente al bono de febrero. No obstante, en el mercado se contempla la posibilidad de que la compañía opte por una ampliación de capital.
Los siguientes vencimiento de deuda llegan en 2027. la deuda financiera de Grifols se sitúa en 9.200 millones frente a los más de 10.600 se hace un año.
Brookfield dice adiós
Este miércoles conocíamos que el fondo de inversión canadiense Brookfield renuncia a presentar una opa de exclusión sobre Grifols tras haber realizado una 'due diligence' (auditoría) de la empresa y ante el desacuerdo sobre el precio de la operación con el consejo de administración del fabricante de hemoderivados.
El pasado 19 de noviembre, el consejo de administración de Grifols rechazó la potencial oferta de Brookfield, que valoraba en 6.450 millones de euros a la compañía, a un precio de 10,50 euros por acción. El consejo consideró que este precio "infravalora significativamente" a la sociedad y su potencial a largo plazo.