En la misma línea se manifiesta Fernando Asín, gerente de Mediana Empresa de Telefónica España: “Si se quiere competir a medio plazo hay que adaptarse a los cambios”. Pero todavía “la mayoría de las empresas tienen los mismos problemas para digitalizarse” y es que digitalización implica cambiar los procesos internos de cada empresa: “de nada sirve cambiar el modelo de aproximación de los canales si los empleados no cambian la forma de trabajar”.
En este sentido, Fernando García-Faure, director de Soluciones Cognitivas de IBM España, explica que en un proceso de cuatro fases la dificultad para la mayoría de las empresas es dar el salto a la tercera: “En la primera atacas los costes operacionales y buscas eficiencias; la segunda es modernización; la tercera lo que hace es conseguir que las empresas tengan su propia analítica de datos y la cuarta fase es el salto cualitativo, la transformación abordando nuevos procesos de negocio digitales”.
El director de Marketing y Ventas de Comunycarse, Víctor Magariño, alerta que esta democratización de la tecnología que poco a poco se va extendiendo todavía “no ha llegado al último bar de la esquina”. Cuando hablamos de digitalización debemos tener en cuenta que “el 97%-98% del tejido productivo español son pequeñas y medianas empresas”, que aunque impulsen las nuevas tecnologías dentro de sus modelos de negocio “tienen una mayor preocupación por pagar a sus empleados a final de mes”.
Es, por tanto, esta mayor democratización del desarrollo digital uno de los grandes retos que el tejido empresarial español tiene por delante. Y todo ello unido a la ciberseguridad, principal campo de batalla para todas aquellas empresas que se unan a esta nueva ola industrial.