En los últimos tiempos ha cambiado la tendencia radicalmente, ahora se tienen en cuenta criterios de igualdad de género,
igualdad social, de respeto a los empleados… “Las empresas que adoptan estas políticas, en teoría a largo plazo, lo harán mejor que sus competidores y se reflejará en la bolsa”, comenta Luis Martín, Director de Ventas de BMO Global Asset Management. “Ya no solo es un criterio de bienestar sino que se convierte en un sello de calidad, buscando siempre la rentabilidad”, concluye.
Ana Rosa Castro, Sales Iberia de Nordea Asset Management, va más allá en esta definición: “No es una forma de eliminar cierto riesgo sino de crear oportunidades”. Y es que el ISR elimina riesgos, ya que expresa el juicio de valor del inversor, por ejemplo, evitando compañías con productos o servicios que se perciben como perjudiciales. “La exclusión es un nivel higiénico mínimo a la hora de construir una cartera”, continua Castro, “las estrategias ahora han avanzado, ahora es muy importante el engagement con la empresa, estar en evaluación constante”.
Se trata entonces de “gestionar atendiendo a factores de riesgo que antes no se tenían en cuenta. Y esta práctica hará que las empresas con mejor ISR pesen más en bolsa”, añade Pedro Coelho, director UBS-ETF.
Ahora bien, ¿y la rentabilidad? No por el hecho de realizar una inversión socialmente responsable, vas a ganar más dinero. De todos modos, hay una relación positiva entre la alta puntuación en ISR y buen comportamiento, así lo defiende Luis Martín, “lo que sí que está demostrado es que tienen menos volatilidad en bolsa y sus bonos de renta fija sufren menos”, añade.
En un contexto tan avanzado, con un marco de inversión cada vez más tecnológico, parece razonable cuestionarse si prácticas como la ISR pueden resentirse. Álvaro Llanza lo tiene claro: “Todo lo que sea avanzar tecnológicamente es inversión socialmente responsable por definición”.
En el horizonte, muchos retos pero mucho optimismo. “De nuestro lado lo que tenemos que hacer es crear condiciones para educar, para simplicar y para contribuir, es algo fundamental”, concluye Pedro Coelho.