En primer lugar, los expertos creen que 2019 es un año complicado para el crecimiento de los beneficios de la banca. Anteriormente, para los bancos nacionales se manejaban previsiones de expansión de los ingresos del 3% frente a un -2% en la actualidad, un crecimiento del 9% en el beneficio antes de provisiones frente a un -4% ahora y aumento del 30% en el beneficio neto respecto al 17% actual. Juan Pedro Zamora, de Ágora Asesores Financieros EAF, cree que el sector no es atractivo en el medio plazo.
No mejoran los ingresos ni los márgenes, la principal fuente de ingresos, tampoco sube el crédito, los niveles de generación de capital son bajos y todo ello a un ritmo más lento de aumento de los tipos de interés, en un entorno menos favorable en la financiación mayorista.
Además, la presión regulatoria y los riesgos de litigios no han desaparecido. Las declaraciones públicas de los reguladores nacionales sugieren que persiste la presión para aumentar los niveles de capital, lo que podría implicar un crecimiento más lento de los dividendos. Por otro lado, el IRPH (índice de referencia de préstamos hipotecarios), la principal batalla judicial, debe resolverse este año, por lo que el mercado incorpora este riesgo en los precios objetivos.
Por el lado de los dividendos, los expertos apuntan a que los bancos españoles están por debajo de la media europea en cuanto a los ratios de capital, “lo que exige prudencia en el reparto de dividendos”, aunque no vemos en la banca española riesgo de recorte de dividendos”, según Nicolás López de MG Valores.
De la Bolsa española, el título peor valorado es Sabadell, algunos lo comparan con el caso de Popular. El analista Roberto Moro, explica los motivos.
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