El autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, no descarta ofrecer una amnistía a Nicolás Maduro, además se compromete a reconocer a todos los sectores, incluidos los militares. Mientras, el Gobierno de Estados Unidos ha evacuado todo su personal no esencial en el país y Maduro ha anunciado la retirada de su personal diplomático en los EEUU al tiempo que intenta calmar las aguas internas y ha pedido a sus ministros del área económica que bajen los precios de productos y servicios.



Los acontecimientos se han sucedido con velocidad en las últimas 24 horas, pero Venezuela se enfrenta a un proceso político largo. Según el investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá, Rogelio Núñez, lo que viene es una “guerra de desgaste”, algo en lo que “históricamente el régimen de Chavez y Maduro ha sabido ganar.

Aun así, asegura que ahora "el contexto es diferente por el aislamiento generalizado en el que se encuentra el país". En cualquier caso, para el experto es importante la presión internacional pero todo dependerá de de lo que ocurra dentro de Venezuela y en la capacidad de organización interna.

La estrategia de Maduro será, por tanto, “el diálogo trampa”. Ofrecerá negociación a la oposición con el objetivo de ganar tiempo, mientras la fuerza de los grupos opositores, históricamente fragmentados, “se acaba diluyendo”.

Explica Núñez que el ejército no está vinculado al régimen por razones ideológicas sino económicas y de privilegio. Por eso no se dejará arrastrar por un colapso del régimen y buscará negociar y pactar si con ello puede mantener sus intereses a salvo. También descarta que haya una represión masiva por parte de los militares, que están divididos tras las consecuencias de los disturbios del famoso “caracazo”.