El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva empezar a desmantelar la ley de salud conocida como Obamacare. Trump ha decidido poner fin a los subsidios a las aseguradoras de cobertura sanitaria amparados en la actual ley de salud del país, lo que supone un gran revés para las empresas del sector.

Como no ha conseguido sacar adelante una nueva norma en el Congreso esta orden es el paso más importante dado hasta ahora para acabar con ella. El texto elimina muchos requisitos para acceder a ella y abre alternativas a los consumidores según explica el propio Trump: "Esto no costará prácticamente nada al gobierno de los Estados Unidos y la gente tendrá un gran, gran cuidado de salud, y cuando digo gente, me refiero a millones y millones. En primer lugar, nuestro objetivo es permitir que más pequeñas empresas formen asociaciones para comprar seguros de salud asequibles y competitivos. Esto abriría opciones adicionales para que los empleadores compren los planes de salud que sus trabajadores desean".

Las subvenciones, que tienen un valor estimado de 7.000 millones de dólares este año y se pagan en cuotas mensuales, pueden detenerse casi de forma inmediata ya que el Congreso no ha aprobado fondos para el programa. El Gobierno busca también que puedan comprar seguros médicos fuera de sus estados de residencia, algo que no está permitido.

Probablemente la acción del mandatario desate una demanda de los secretarios de Justicia de los estados, quienes argumentan que los subsidios a las aseguradoras están totalmente autorizados bajo la ley federal, y que la posición de Trump es imprudente. Para los demócratas, la medida equivale a "sabotear el sistema" por reducir los estándares de atención.