Aumentar la consolidación bancaria -y a poder ser con fusiones transfronterizas- , reforzar capital, continuar reduciendo activos improductivos y establecer políticas ordenadas de fijación de precios. Las recomendaciones del Banco Central Europeo y el Banco de España van encaminadas a un único objetivo: recuperar la rentabilidad.

En palabras de la subgobernadora del organismo monetario nacional, Margarita Delgado, "la banca solo puede subsistir en el tiempo si es rentable". En su primera comparecencia pública desde que llegara a cargo sigue el ejemplo del número uno del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, e insta al sector a generar capital de forma orgánica y continuar con la reducción de activos improductivos, que "ha sido del 60%" para el sistema bancario español desde los máximos de 2013. Ahora se sitúan en unos 75.000 millones de euros, una cifra "todavía elevada".

El Banco de España también hace un nuevo llamamiento a reforzar capital, dado que los ratios "son todavía inferiores a sus equiparables europeos", así como mejorar las políticas de fijación de precios en el sector bancario. La subgobernadora se suma al BCE y pide a las entidades fijar precios mínimos que cubran el coste de los productos o servicios prestados y, por tanto, permitan mejorar la rentabilidad.

El director general de Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE, Ramón Quintana, cree que la consolidación bancaria dentro de la Unión Europea impulsará la rentabilidad de las entidades y contribuirá a mantener un sistema bancario más sólido. Su argumento es que también permitirá a los bancos en una posición más fuerte para respaldar a las empresas, ganar competitividad internacional y diversificar el riesgo. 

Con un entorno de bajos tipos de interés, Quinta alerta sobre la tentación de "buscar rentabilidad de forma desordenada" y cifra en un 6% la tasa actual de retorno sobre el capital de las entidades de la eurozona, inferior a lo considerado necesario por el organismo monetario europeo.

Santander y BBVA, centrados en asuntos internos


El Banco Santander avanza en su calendario sobre el Banco Popular con el objetivo inmediato de la integración tecnológica de ambas entidades. Este proceso comenzará en noviembre de este año y terminará en junio de 2019, según confirma su CEO José Antonio Álvarez. Por ello, será "a partir de marzo" del próximo año cuando comiencen las nuevas negociaciones con los sindicatos respecto al ajuste de oficinas y plantillas.

En el caso del BBVA, Carlos Torres Vila está tranquilo ante su llegada a la presidencia a partir de enero. Asegura que no habrá ningún cambio en la estrategia que acompañe al relevo de Francisco González. Además, confirma que quien le sustituya como consejero delegado "será alguien de la casa", por lo que no esperan sorpresas. Lo que sí le preocupa en clave doméstica es la incertidumbre y fragmentación política en España: "Puede tener un impacto negativo en el crecimiento" y desviar la atención de los retos económicos que "requieren consenso político".

En plano internacional, al Santander le inquieta la economía argentina, donde espera recesión; mientras que es optimista sobre el crecimiento en Brasil. Para BBVA el principal escollo es Turquía, aunque desde la entidad confían en las políticas adoptadas por el banco central del país para solucionar el desplome de la divisa. Además, Torres Vila descarta que un mal rendimiento en Garanti pueda al resto del grupo.