Tesla anuncia el recorte del 9% de su plantilla en un movimiento que su director ejecutivo, Elon Musk, califica de "reestructuración para racionalizar la empresa". La medida supondrá la salida de unos 4.100 empleados de los 46.000 que tiene, pero los despidos no afectarán a los operarios de planta que produce los vehículos ni a los "asociados de producción" cruciales para la fabricación del Modelo 3.

La automovilística quiere demostrar que puede ser rentable tras ser incapaz de conseguir beneficios en sus 15 años de historia. Casi todos los empleos afectados son salariados. "Tesla ha crecido y evolucionado rápidamente en los últimos años, lo que ha dado como resultado cierta duplicación de roles y algunas funciones laborales que, aunque tenían sentido en el pasado, son difíciles de justificar hoy en día", escribe Musk en una carta a todos los empleados.



Musk explica que Tesla ofrecerá a los empleados despedidos la adquisición de acciones en función de la duración de su empleo.

Además, Tesla no renovará el acuerdo que tiene con Home Depot por el que alquila espacio en unos 800 establecimientos de esta empresa para vender sus productos de paneles solares domésticos.