La amenaza que hace temblar a las socimis viste de traje y de coleta. Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias han lanzado varias granadas sobre el sector en los últimos meses y han puesto en guardia a estos vehículos de inversión en el sector inmobiliario, que observan con preocupación cómo se tambalean sus cimientos.

Los primeros cantos de guerra vinieron de la formación morada. Pablo Iglesias culpa directamente a las socimis de las subidas de los precios del alquiler. Para el líder de Podemos, las ventajas fiscales de las que gozan son una de las principales causas de la actual burbuja en las principales ciudades españolas.

Lo que indigna a Podemos es que las socimis se libran de pagar el Impuesto de Sociedades. Aunque a cambio de esa ventaja, deben repartir en forma de dividendo al menos el 80% de sus beneficios, además del 50% de las ganancias derivadas de la transmisión de inmuebles.

Las socimis defienden que sí tributan a través de esos dividendos y que si se aplicase el Impuesto de Sociedades al beneficio que se reparten entre los accionistas, se caería en una doble imposición. Temen que si Podemos se sale con la suya, los inversores huyan a otros mercados más ventajosos.

Pero el otro golpe viene directamente del Gobierno. Los recientes cambios en la Ley de Arrendamientos Urbanos es el nuevo dolor de cabeza de este lobby. El cambio que más perjudica a las socimis es la ampliación de la duración de los contratos de alquiler: de ahora en adelante, de siete años si el arrendador es una empresa. Una duración que las socimis consideran excesiva. ¿Por qué no pueden tener una duración de cinco años como se aplica a las personas físicas? Ésa es su queja. Aunque desde Capital Radio hemos intentado hablar con ellas para que nos ampliasen estas informaciones, no ha sido posible contactar con ninguna de las 15 que ya integran esta asociación.

Estos dos son los principales frentes por los que las socimis han decidido aunar fuerzas. Su objetivo: crear un grupo que ejerza presión para poder tener voz y voto dentro de la legislación inmobiliaria teniendo en cuenta que el año que viene hay muchas papeletas para que se celebren nuevas elecciones. Y nadie descarta un cambio en el liderazgo del Gobierno. En definitiva, quieren crear un ejército para combatir a la amenaza política de izquierdas.