Telefónica estudia un cambio en su estrategia para la base de clientes de Fusión con bajo gasto, es decir, crear una segunda marca más barata para tener más abonados, debido a la competencia de Orange, Vodafone y sobre todo MasMovil.
La operadora, que invirtió masivamente en fibra y contenidos en los últimos años, mantiene un sólido liderazgo en el mercado premium, pero ha visto deteriorarse el negocio por las subidas de precio y la creciente competencia de operadores low-cost.
"Pensamos que somos muy fuertes en nuestra estrategia en los segmentos medios y altos, pero tenemos que ganar tracción y estamos repensando nuestra estrategia para nuestra base de clientes de Fusión con bajo gasto", reconoce el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, en una conferencia que se centró casi exclusivamente en el negocio doméstico.
El ingreso medio que recibe la compañía por cada usuario en el primer trimestre del año lo que se conoce como ARPU, es de 81,60 euros, por Movistar Fusión, su oferta combinada de banda ancha fija y móvil. Es la tarifa más cara del mercado.
En el mismo periodo, Vodafone y Orange cobran 55 euros de media a sus clientes por un paquete convergente similar al de Telefónica. La tarifa más barata es la que ofrece Más Móvil de unos 30 euros y en los últimos meses Jazztel ha subido su tarifa a unos 23 euros de media.
Telefónica no descarta una filial de bajo coste
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