Ayer, 27 de mayo, finalizo el festival de Tarraco Viva en Tarragona. Como sabemos la ciudad fue gestada por los romanos, quienes la eligieron para establecer en ella su primera fortificación más allá de la península itálica.

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Precisamente para rendir homenaje a esa historia se hizo realidad en 1999 Tarraco Viva. Un festival de recreación histórica concebido para poner en valor un patrimonio que, justo al año siguiente, en el 2000, le valdría a Tarragona el primero de sus 3 Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO, el legado arqueológico romano de Tarraco.

Tarraco Viva ha cumplido este año 20 ediciones de una manera muy especial, aunando Deporte y Cultura, que estarán indisolublemente unidos en la gran oferta turística de Tarragona para este 2018. No en vano los Juegos Mediterráneos, de los que es anfitriona  coinciden con el Año Europeo del Patrimonio Cultural. Más allá del propio ejercicio físico o de la competividad, el deporte en el Mediterráneo clásico fue fuente de inspiración para artistas plásticos, poetas, dramaturgos o filósofos, porque está en la raíz de muchas de las ideas, conceptos y formas de nuestra cultura actual.

Todo ello ha quedando perfectamente reflejado desde el pasado 13 de mayo a través de más de 450 actividades. Estas actividades van desde las propias recreaciones históricas a conciertos, pasando por lecturas y presentaciones, itinerarios y visitas, talleres, audiovisuales, exposiciones juegos, conferencias y debates o ferias.

Entre las novedades de esta 20ª edición han destacado recreaciones como ‘Vecinos de Roma’, la vida diaria en una calle romana; ‘Una noche en la Antigua Roma’, con pobres, brujas y ladrones en los barrios marginales de la capital del Imperio; o ‘Gladiadores y áurigas’, auténticas estrellas romanas. Todo ello, además de habituales del evento como las legiones romanas.

La Grecia Clásica también ha estado presente durante el festival con actividades como ‘Atenea Polias’, dedicado a la primera patrona de Tarraco; ‘Theatron’, aproximación a los orígenes del teatro occidental;  o ‘Arts Medica in Olympus’, sobre la cuna del olimpismo. Y el Antiguo Egipto, con ‘La primera huelga de la historia’, cuando los trabajadores egipcios se enfrentaron al faraón; o ‘Momia’, viaje al más allá.

Otra de las novedades de este 2018 ha tenido como protagonistas a las mujeres, con monólogos teatralizados, debates y lecturas dedicados a su papel en las civilizaciones clásicas, como ‘Mujeres de la Antigüedad’, o conferencias como ‘¿Feminismo en el mundo antiguo?’ o ‘Trabajadoras y empresarias en la antigüedad’.

La música romana también estuvo presente, como ‘Entre el mito y la historia’, el legado griego en la música y danza de la Antigua Roma’; recreaciones históricas como ‘Exercitus. Legiones romanas alto Imperiales’, ‘Los últimos legionarios’ o ‘Munera gladiatora’; monólogos de la historia, como ‘Paseo con Demócrito’ o ‘Lucio Anneo Séneca, reflexiones antes del suicidio’; títeres, como Gladius y Medulina’; talleres, como ‘Haz de legionario de Augusto’ o ‘Haz de Gladiador’; y juegos de estrategia y descubrimiento, como ‘Si vis pacem, para ludum’, o ‘¡Convertiros en romanos por un día!’.

No podemos olvidar el importante apartado gastronómico, que estuvo presente mediante el ‘Tarraco a taula’. Hasta ayer, nueve restaurantes de la ciudad (uno de ellos vegano), un bar y una pastelería, ofrecieron menús a 25 euros, tapas y raciones entre 5 y 7 euros y dulces a 5 euros, todo ello elaborado con antiguas recetas romanas reinterpretadas por los cocineros de hoy.
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En resumen un sinfín de actividades para todos los gustos con un denominador común, la perfecta simbiosis entre la Tarragona actual… y la legendaria Tarraco.