Como todos los viernes, nos trasladamos a Silicon Valley para contactar con Carlos Emilio Gómez, director de desarrollo de negocio internacional para Google en San Francisco. Hablamos con él de trabajadores, del robo de talentos. Es decir, captar el talento cuando lo tienen otras empresas. Carlos nos habla de la libertad del empleado y matiza que éste no es propiedad de nadie, por tanto no puede ser robado.

También menciona el esfuerzo y la dedicación de las compañías por tener a sus trabajadores contentos para que estos no decidan marcharse. Comida gratis, salas de masajes, guarderías, salas de gimnasio, etc. han pasado de ser extravagancias a estándares, derechos que el empleado exige para trabajar en una empresa.

 

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