Se han cumplido los pronósticos de las casas de apuestas y los New Englands Patriots se han alzado con la LXI Edición de la Superbowl, la quinta en el palmarés del equipo liderado por Tom Brady. Fiesta en Nueva Inglaterra, pero tono pesimista en Wall Street por miedo a que se cumpla la famosa Teoría de la Superbowl.

Casi ocho de cada diez ocasiones, las predicciones de esta norma no escrita se ha cumplido. Si el vencedor en el gran partido del primer fin de semana de febrero es el conjunto de la American Football Conference (AFC) el año será bajista en Wall Street, mientras que si el campeón está adscrito a la National Football Conference (NFC), el mayor mercado bursátil del mundo se apuntará subidas a finales del ejercicio.

Sin embargo, este indicador está en entredicho por su escasa fiabilidad. A día de hoy su índice de acierto es del 76%. Aunque en los últimos cinco años, la Teoría de la Superbowl acumula más aciertos que errores. En último fallo registrado fue en 2016, ganaron los Broncos de la AFC y el Dow Jones subió, por lo que falló.

Tras un partido agónico, la LXI Superbowl acabó con una remontada histórica en la prórroga para los chicos de Tom Brady por 34-28, veremos si se cumplen los pronósticos y cómo cierra el Dow Jones en 2017.