Pese a cerrar el ejercicio fiscal con un pico de cartera de pedidos, el desplome en los precios de los aerogeneradores como consecuencia de la competencia del sector y el cambio en los sistemas de promoción de energía eólica terrestre lastró tanto las ventas como el beneficio operativo del grupo hispano-alemán Siemens Gamesa.

Sin embargo, la empresa logró su objetivo principal de rentabilidad: situar el margen de Ebit entre el 7 y el 8 por ciento de las ventas, que alcanzaron los 9.122 millones de euros, dentro de la horquilla de previsiones de 9.000-9.600 millones. Para el año fiscal 2019 la compañía espera un margen ajustado de entre el 7 y el 8,5 por ciento y ventas entre 10.000 y 11.000 millones.

Este mayor optimismo es precisamente lo que está premiando el mercado. “Más allá del resultado anual o trimestral lo que vemos es que de cara al próximo año la visibilidad es bastante buena. Eso hace que se relajen mucho las posibles incertidumbres”, explica Ángel Pérez, analista de Renta 4 Banco.



Siemens Gamesa estima que en 2019 enfrentará volatilidad en mercados emergentes y "vientos en contra" en los precios de las materias primas, además de unos costes de integración y restructuración de 130 millones, que compensará con las sinergias de la fusión entre los dos grandes grupos.

En 2018, Siemens Gamesa se apuntó ganancias recurrentes en productividad de 700 millones de euros, incluyendo 175 millones de euros de sinergias.

El Ebit ajustado del grupo se situó en 693 millones, un descenso del 11 por ciento respecto al año pasado.

En las cuentas aisladas del cuarto trimestre (julio-septiembre), el grupo controlado por el gigante alemán Siemens y participado por la eléctrica española Iberdrola tuvo un Ebit ajustado de 215 millones de euros y un margen del 8,2 por ciento.

La cartera de negocio al cierre del ejercicio alcanzó la cifra histórica de 29.000 millones de euros.