Tras la admisión por parte de la Audiencia Nacional de las querellas contra Ángel Ron y Emilio Saracho además de contra Price Water House Cooper por su gestión al frente de Banco Popular, el foco se sitúa ahora sobre Banco Santander, que tras hacerse con la entidad intervenida por 1 euro, podría acabar pagando los desmanes de los anteriores gestores, debido a la responsabilidad subsidiaria. Algo que se produce porque los demandantes también han cargado contra Banco Popular como persona jurídica. Lo explicaba, en Capital Radio, el abogado especialista en el sector bancario Mariano Calleja.



Según Calleja, en el caso del auditor, la pena dependerá de su grado de implicación en la compra. Asegura que se puede competer un delito tanto por actuación como por omisión, y en ese caso la pena sería menor.


En cuanto a la defensa de los administradores Ángel Ron y Emilio Saracho, Calleja asegura que será probable que recurran al clásico del “yo no sabía nada” empujando las responsabilidades hacia abajo. “Yo estaba firmando lo que los auditores me estaban diciendo, tengo la responsabilidad solo por ser el administrador pero mi implicación es mínima porque me estaba fiando…” Si bien es una estrategia lícita de defensa, explica, no asegura tener la razón.


Mariano Calleja confirma que aunque una entidad desaparezca, quien asume la responsabilidad y las deudas que pueda arrastrar, es quién se la queda. El Banco Santander insiste que quién ha de asumirla es la Junta Única de Resolución, pues ellos adquirieron Banco Popular a través de una subasta. Aun así, Calleja insiste en que si bien es una defensa, es muy improbable que una entidad como Santander, gestionase una compra tan importante “a ciegas”, sin contar con la información completa.