La compañía surcoreana tira finalmente la toalla. Samsung ha anunciado oficialmente que paraliza la producción del Galaxy Note 7 debido a los problemas de su batería y que ha sido la causa de muchas de sus unidades se incendien. Esta madruagada ya anunciaba que suspendía las ventas globales de su teléfono inteligente Note 7 y pide a sus usuarios que dejen de usarlos. La compañía explica que lo hace porque la seguridad de los consumidores es su prioridad. La medida se toma después de haberse detectado nuevos modelos afectados por una avería que causa incendios en los dispositivos.

La compañía no ha especificado si la parada es definitiva, aunque un portavoz de Samsung en España ha declarado a la agencia EFE: "Samsung ha finalizado su producción del Galaxy Note 7. Se entiende que de manera definitiva".

Samsung asegura que está investigando y trabajando con las autoridades reguladoras para solucionar esta situación. Las acciones de la surcoreana han bajado un 8% en la bolsa de Corea del Sur, mientras que las de su principal rival, Apple, subieron ayer en Wall Street hasta máximos de diez meses.

Samsung se vio obligado a ordenar el 2 de septiembre la llamada a revisión de 2,5 millones de unidades de su Note 7, una 'phablet', terminal de talla intermedia entre el teléfono y la tableta. Algunos aparatos habían ardido por culpa de baterías defectuosas.


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